El derecho a la tierra, territorio, acceso al agua y recursos naturales es un derecho humano fundamental que reconoce la importancia de estos recursos para la vida y el desarrollo humano. Este derecho se refiere tanto a los derechos individuales como a los colectivos, incluyendo la protección de los derechos de propiedad, el acceso a recursos naturales y la preservación del medio ambiente.

En Honduras, el derecho a la tierra, territorio, acceso al agua y recursos naturales está protegido por la Constitución y leyes ambientales: La Constitución reconoce el derecho a un ambiente sano y a la participación ciudadana en la gestión ambiental. Las leyes, como la Ley General del Ambiente y la Política Hídrica Nacional, regulan la protección, conservación y uso sostenible de los recursos naturales, incluyendo el agua.

Instrumentos Internacionales que protegen el Derecho a la Tierra, Territorio, Acceso al Agua y Recursos Naturales:
-Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB): Ratificado en 1995, este convenio busca proteger la diversidad biológica, incluyendo la flora y fauna, y el uso sostenible de los recursos naturales.
-Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES): Ratificada en 1981, esta convención regula el comercio internacional de especies amenazadas para garantizar su conservación.
-Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC): Ratificada en 1992, esta convención aborda el cambio climático y busca mitigar sus efectos.
-Convención sobre la Prevención de la Contaminación del Mar por Vertimientos de Desechos y Otras Materias (MARPOL): Este convenio, ratificado por Honduras, tiene como objetivo prevenir la contaminación marina.
-Convención Internacional para la Protección y Conservación de las Tortugas Marinas (CIT): Ratificada en 2001, esta convención se enfoca en la protección de las tortugas marinas.
-Convención de las Naciones Unidas de Lucha Contra la Desertificación en los países afectados por Sequía o Desertificación, y su Reglamento de aplicación: Busca combatir la desertificación y mitigar los efectos de la sequía en los países afectados.