El derecho a la salud, reconocido como un derecho humano fundamental, implica el acceso a servicios de salud de calidad, oportunos y eficaces para la preservación, mejora y promoción de la salud. Este derecho no solo se refiere a la atención médica, sino también a factores que influyen en la salud, como el acceso a agua potable, saneamiento, alimentación segura y condiciones laborales saludables.

El derecho a la salud en Honduras es un mandato constitucional que exige al Estado la creación de las condiciones necesarias para que todos los habitantes puedan disfrutar del más alto nivel posible de salud, abordando tanto la atención médica como los factores que influyen en ella, con un enfoque de universalidad, equidad y participación ciudadana.

Los Estados tienen la obligación de proteger la salud de sus ciudadanos, promoviendo la salud pública y regulando las actividades que puedan poner en peligro la salud de la población. Esto incluye la prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de enfermedades, así como la atención materna y la salud sexual y reproductiva.

Instrumentos Internacionales que protegen el Derecho a la Salud:
-Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH): En su artículo 25, la DUDH establece que toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado, incluyendo la salud.
-Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDEC): Reconoce el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental.
-Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José): Establece el derecho a la salud en el artículo 11, que reconoce el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel de salud física y mental.
-Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad: Reconoce el derecho a la salud de las personas con discapacidad.